Comentario
Coerworden, realizada por los holandeses en 1597, es un notable ejemplo de plasmación real de los ideales de la ciudad fortificada del quinientos que, en este caso además, se hace absolutamente funcional dentro del contencioso bélico España-Flandes. Plaza central, regularidad en la distribución interior y perímetro poligonal, en uno de cuyos vértices se inserta la ciudadela, que interrumpe la perfecta simetría del esquema.
Muy en consonancia con los ideales y contradicciones de la corte de Malinas, es la imagen para la entrada del joven Carlos V en Brujas, de 1515. Un trasfondo humanístico en la búsqueda del prestigio regio, es expresado mediante una alegoría de sentido medieval. Luis de Nevers concediendo privilegios a la ciudad, es comparado a Moisés entregando las Tablas de la Ley; ello conlleva la asimilación de Brujas a Jerusalén y la consideración de los habitantes de aquélla como segundo pueblo elegido, y, por tanto, de Carlos como Cristo entrando en la Ciudad Santa.
Plenamente integrados en la nueva cultura renacentista, y magníficos exponentes de ésta, son los arcos realizados para la entrada del entonces príncipe Felipe en Amberes (1549) que tienen ya el pleno sentido de los Trionfi humanísticos de Petrarca. Grabados en madera por los excelentes tipográfos de la ciudad adquieren, también, el valor de modelos.